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Mostrando entradas de febrero, 2022
  Silencio sostenido Prólogo a Música de hielo, de ManueL Lombardo Duro Piedra papel libros. 2022.   Silencio sostenido es, además del último libro de Lombardo, una muestra de su forma de trabajar, pues se ve la arqueologización de su manera de escribir: una escritura ejercida sin descanso, que además resume una de las formas en que el poeta estructura su obra total: el poema corto, bordeando el aforismo, el verso breve trabajado generalmente por nuestro autor, que, por otra parte, tiene en su haber, otros procedimientos líricos, desde el verso más procaz y desconocido, hasta la sentencia de corte filosófico, el verso humorístico, vertientes todas que no han visto aún la luz en la poética total del jiennense. Otra forma de proceder de nuestro poeta es confiar al editor los poemas que va a publicar, lo que, en un primer momento, puede dar lugar a confusiones editoriales o repeticiones, por lo que requiere un esmerado trabajo de lectura por parte   del recopilador. Silencio sost
    Manuel Lombardo Duro en su estudio en Jaén. APUNTES SOBRE LA MÉTRICA Y EL SILENCIO EN MANUEL LOMBARDO DURO A pesar de que su lírica no reconoce ninguna métrica, algo que no es del todo cierto, el mismo autor afirma que nunca le han interesado esas formalidades del metro. Sí es cierto que se produce una música muy poderosa que concita en su poesía la precisión del verso medido, pero sin la mordaza de su son ni de los pies métricos o de las sílabas contadas que obligan al poeta a bailar con los pies atados.   No se reconoce patrón lírico determinado, pero sí se puede adivinar una preferencia por el verso corto. Son extraños los versos largos en su obra. Viene esto delimitado por el fogonazo creativo que se vierte en una   línea simple, y como sabemos, una sintaxis desvestida de una retórica exagerada. Una oración simple que permite desarrollar la reflexión, la idea o el hallazgo de estirpe imaginativo a que Lombardo nos tiene acostumbrados en su obra. Por lo tanto, sí podemos
W.H. Auden    Soneto XIV Sí, destinados a sufrir ahora, el cielo palpita como la frente enferma, este dolor real. Las luces a tientas de repente revelan las pequeñas cosas que nos harán llorar, los que nunca  creyeron que podrían existir  en donde nosotros no estábamos. Nos cogieron por sorpresa como nefandos recuerdos olvidados hace tiempo, como una conciencia a prueba de balas. Detrás de cada simpático ojo casero, tienen lugar holocaustos privados: todas las mujeres, los judíos, los pudientes, la raza humana. Los montes no nos juzgarán en la mentira, habitamos sobre la tierra, mientras ella obedece al malvado y al inteligente hasta que  mueren. Traducción : Joaquín Fabrellas VERSIÓN ORIGINAL XIV Yes, we are going to suffer, now; the sky Throbs like a feverish forehead; pain is real; The groping searchlights suddenly reveal The little natures that will make us cry, Who never quite believed they could exist, Not where we were. They ta
  W.H.Auden Selected Poems . Revisited edition by Edward Mendelson. 343 p. A future review I  first read Auden indirectly by approaching to T.S. Eliot Four quartets and the seminal The Waste Land. Without intention, you always draw a line joining the two poets of the same period, especially if they met each other, you may think there is a link among them,  although there is nothing in common. Aesthetically, I mean. The second time I read Auden was when I found his essays about ancient greek gods. The knowledge is so vast and so precisely conveyed that he lets you think that it is easy to write about something you don´t have a clue. It´s just a delusion. His writings are mesmerising, full of  mythological references, explaining the unseen in naked eye. He translates the ancient world, the mediterranean blue into a misty language of  medieval resonance. Auden is not only the learned poet educated at Oxford, whose political commitment drove him to Spain during the civil war (1936-1939), a
  El primer libro de relatos de Joaquín Fabrellas.   Césped seco (2021) representa una novedad en el conjunto de la literatura publicada hasta la fecha por Joaquín Fabrellas (Jaén, 1975). A él le debemos una serie de libros de poemas — Estertor en las piedras (2003), Oficio de silencio (2003), Animal de humo (2005), No hay nada que huya (2014), República del aire (2015) y Metal (2017)—, amén de Clara incertidumbre (2017), una plaquette ; todo ello precede a la novela El imposible lenguaje de la noche (2020). Césped seco supone la primera incursión de Fabrellas en el terreno del libro o la colección de relatos. Ahora bien, dicha novedad no conlleva un alejamiento de determinados rasgos que se aprecian en el total de la obra del escritor. Uno de ellos diría que es el interés por el lenguaje, que enlaza con el desempeño de Fabrellas como crítico literario y profesor de Lengua Castellana y Literatura. En sus poemas este elemento cobra gran importancia, como en su reciente novela —
En Jaén donde resisto , de Martín Paredes Aparicio, sobre Césped seco .  El oficio de leer no está todo lo reconocido que merece. No me refiero al noble ejercicio de la crítica literaria, tan fundamental en estos tiempos de muchas publicaciones, sino al mero hecho de coger un libro. Leer, parece ser, que no está bien visto en esta sociedad que prefiere otros hábitos de consumo, más rápidos y poco complejos. Sin embargo, Yo, voy a reivindicar la lectura como algo inherente a la salud mental del ser humano. Cada persona crea sus propias condiciones para que su lectura sea plena y enriquecedora, incluso algunos eligen acompañarla con un poco de música, generalmente clásica. Esta, te permite nadar entre las palabras, sin perder la concentración. Las melodías son unos hermosos remos que te llevan a la orilla de la playa, al final del libro, que ya amarás siempre. A mí, me gusta leer cuando declina la tarde, justo en el instante en que sol y la luna se intercambian sus posiciones en un camin
En Soporto Tropos, el blog de BLUMM, sobre Césped seco .  Sobre todo escribí este libro porque estaba harto de escribir poesía,…, ya, y todos piensan que no es nada, que poesía, puede escribir cualquiera, porque quién no tiene un puto boli, es como el fútbol, los niños tienen dinero para una maldita pelota, y van todos pensando que son excelentes jugadores porque han marcado un gol en una portería desierta. La poesía es otra cosa, amigo, tiene una jodida manera de hacerse ver a través del poeta. De  Césped seco, de Joaquín Fabrellas Nadie puede negar que  Césped seco  es un magnífico tropo, además de un trozo de la  canción «Paquito», de  Los enemigos : Paquito quemará la montura de sus gafas con un cigarro de césped seco y luego jugará a los vaqueros con una pistola de verdad y matará a su mejor amigo. Leí Césped seco de un tirón. Este fin de semana. Es, como dice un singular, divertido y cabrón heterónimo al final del libro, una metáfora de esta sociedad. Una sociedad esquizofrén
 Reseña del escritor Francisco Ferrer Lerín sobre Césped seco . SOBRE  CÉSPED SECO  (2021), DE JOAQUÍN FABRELLAS     Iba a decir “un pasado de poeta”, mas prefiero “poeta que escribe prosa”, en este caso relatos, el volumen  Césped seco  (2021), tras la inusual y celebrada novela  El imposible lenguaje de la noche  (2020). ¿Qué libro es el que nos propone ahora Joaquín Fabrellas? En la contracubierta y en el breve prólogo nos avisan de que se trata de textos de difícil asignación, textos que caminan por la peligrosa senda de lo real y lo irreal, de la verdad y lo fingido. Pero quiero leer y me subyuga la sabia y fervorosa descripción de las aeromozas, el hábil y habitual cambio de foco narrativo que descoloca al lector ramplón y rutinario, el despliegue de conocimientos sobre el lumpen y sobre los universos del bróker, de lo histórico y de lo geográfico. Pero la alabanza ha de llegar al poderío mimético, al dominio de los entresijos del arte y la música, y, en especial, abundando en lo
  El mentón de Fabrellas   Jesús Tíscar Jandra       La narrativa de Joaquín Fabrellas es falsa. No, decididamente, no es narrativa la narrativa de Fabrellas, Joaquín. La narrativa es otra cosa. Y la suya no es otra cosa. Cuando el autor jaenero deja la poesía en su estuche y narra, o cree que narra, porque le apetece narrar; cuando, tras valorarle la vitola, descuelga la prosa del bastonero y guarda el estuche en el secreter, dándole dos toquecitos con el dedo antes de cerrarlo, a Joaquín Fabrellas le salen otros textos que no son narrativos . Anda ya, que no. Porque, ya digo, la narrativa es otra cosa. Y la suya no lo es. O al menos no es la otra cosa que nos ocupa. ¿Quiere decir esto que la narrativa de Fabrellas es mala? No. Quién ha dicho eso. No pongáis en mi boca aseveraciones que de ella no han salido, no han brotado. ¿Brotado o salido? Da igual. Quien lo haya dicho, que dé un paso adelante y publique en Círculo Rojo. Estoy diciendo, a ver si nos entendemos, cojone
  Nombrar lo que no existe.   La poesía de Alejandra Pizarnik, (1936-1972), nace de la música, como se puede oír en sus versos, que se suceden cadenciosos, formando poema, y sin querer, creando un ritmo que te introduce, sin apenas darte cuenta, en el dolor y el sufrimiento de la misma Pizarnik. Tú eres Pizarnik ahora. Heredas, de repente, todo el dolor de la huida, el sufrimiento de una niña que quería ser perfecta pero no pudo, porque se convirtió en la denuncia de la angustia. Una niña insegura que se mira en el espejo, sin patria concreta ni infancia a la que aferrarse, y no es lo suficientemente guapa. Era Bluma, ese nombre familiar que detestaba, le hace crearse una imagen alterna de sí misma, en donde no llega nunca a reconocerse. En realidad, tiene mucho más que ver con la poesía de la americana Emily Dickinson de lo que parece, encerrada en un cuarto, toda su escritura saliendo, sola, siendo palabra, siendo poema,   dolor y sangre. Una corporeidad ajena a ella misma, q