Investigaciones en un poema anónimo
Avrà cantú sembrá ladén la témpere,
la témpere quembrí lalán to plande,
mácaran sémere, san to quisande,
quisande mácare plin toja sémere.
Acán cartú, simplé quetoz, le gadas
quembra, lalú sicezs rempé rométo,
sémere san so quísande so péto,
ni peto ni quisánde la fagadas;
ni acán ne fémoz lo sissió clembutra
la clen la buz ra faz, no men re sinda
psidrá templú, ra faz sandi si sutra.
Perjén tomí: fuscor láról.la exinda,
fi exinda si foltor falém clarutra,
s´ha vin dun clor, se de un mor sa´h derinda
Este soneto es, aunque legible, incomprensible. No se conoce el idioma, si bien, se sospecha que recuerda levemente al romantch, que ya, apenas pronuncian unas pocas almas en Suiza. Sin embargo, el cotejo de textos antiguos romantch desmienten dichas analogías.
El original, del siglo XIV, nos muestra la mano certera de un poeta docto en la técnica poética del soneto. Lo revolucionario de este texto es su antigüedad, pues sería una de las primeras muestras de soneto tras el inicio de esta forma métrica fija en el sur de Italia.
Tampoco se conoce si la fecha es la de composición, la de creación o la de copia. Podría ser un texto conocido en una corte hoy periclitada.
Supondría este texto una incursión en el desarrollo lógico de la historia del soneto, o S´netto, como aparece en el maltratado documento medieval anónimo, donde se reúne una selección, a modo de florilegio poético, de este idioma desconocido, denominado R´x.
No obstante, es destacada la pericia del poeta anónimo, pues emprende juegos poéticos, repeticiones, aliteraciones, acentuaciones correctas en las sílabas pares, recortes con palabras esdrújulas y un final, como conviene al S´netto, donde se resume la fuerza lírica y estética del poema. Aprecien la belleza de:
"la vin dun clor, se de un mor sa´h derinda."
Adivino a traducir recomponiendo del italiano y del romantch:
[la fuerza de un color que de la muerte se escinde]
Ahora bien, si el soneto es un resumen de la fonética de un país, también lo es de su literatura, la evolución de su lengua, y de su propia historia. Como los sonetos de Garcilaso sirvieron para fijar cierto vocabulario en castellano.
La reflexión es clara, si la poesía del S. XIV ayudó a definir todos los idiomas vernáculos, qué idioma estaba ayudando a definir y fijar este texto. En dónde han quedado los restos, en qué valles, qué inflexiones muestra este texto de tanta belleza.
A veces la humilde filología no alcanza a desvelar estos misterios, precisa de la Historia, de la que, por el momento carece de textos que sitúen a este eminente autor desconocido de idioma ignoto.
Aprecien si no esta sutil aliteración:
"sémere san so quísande so péto,"
Como aún se puede observar la acentuación inicial de gaita gallega, con acento en primera sílaba, tan de regusto medieval, puede apreciarse en nuestro Marqués de Santillana.
o cuando afirma:
"Perjén tomí: fuscor láról.la exinda,"
Que traduzco:
"Busquen en mí: el fulgor ya me ha dejado".
En este caso he fatigado viejos documentos rumanos, en especial, poemas del erudito Ion Creangâ, estudioso de la poesía medieval europea, donde la imagen del fuego (fulgor), fuscor, divino, en el texto, abandona el cuerpo e ilumina el camino.
Observen también la osadía del encabalgamiento sintagmático de:
"Acán cartú, simplé quetoz, le gadas
quembra, lalú sicezs rempé rométo,"
Claro está que es signo de modernidad en pleno siglo XIV. Tal vez se trate de un autor culto de origen desconocido que conocía bien los modelos italianos, pero los encabalgamientos no fueron usuales hasta el Renacimiento. Cada verso ofrece más dudas.
"Las alegrías rompe", quiero entender, en mi torpe uso del romantch aquí. Pero todo es incertidumbre.
Sí se aprecia, desde el punto de vista filológico que el proceso yod, formación de grupos vocálicos, no ha sido aún incorporado, y eso puede deberse a que no se han encontrado textos posteriores con los que comparar dicho material, o porque puede encontrarse en una fase muy primitiva del desarrollo del idioma, puede verse en:
"Rométo, péto, clembutra, sutra", palabras con las que el poeta construye la rima y que significan aproximadamente: Rojo, rométo, romesso; peto daría pecho; clembutra daría claustro, y sutra, por su parte, da el adjetivo, sucia.
Pero todo es aproximado y literatura comparada.
También he cansado el Huizinga El otoño de la Edad Media, en donde se habla de la decadencia de la cultura y la estética medievales, toda una época que da lugar a infinitas revisiones, donde no he encontrado explicación alguna a dicho texto.
Por tanto, este texto está abierto a la erudición crítica de quien lea esta breve investigación que he transcrito arriba, quizá la última oportunidad de comprender un poco mejor el fenómeno lírico.
J. Fabrellas
Comentarios
Publicar un comentario