El falso traductor de Borges
Borges retratado por Richard Avedon
Fue después de la
lectura de un cuento de Borges en inglés: El jardín de senderos que se
bifurcan. Un cuento supuestamente escrito en español, pero que yo diría, que
fue escrito en inglés originalmente por Borges y no como se piensa.
Como especialista, yo, en
ambos idiomas, no en vano fue mi madre nacida en las suaves colinas de
Devonshire, donde se crio y adonde, en no pocas ocasiones, he vuelto yo para
escuchar, de forma directa, las inflexiones de esa hermosa lengua sajona.
Estas cuestiones no
hacen al caso, pero es sabido que Borges hablaba inglés y español desde su
nacimiento, y, más tarde, sueco, italiano, francés, portugués y alemán. Es por esto, que
este cuento El jardín de senderos que se bifurcan, o, The Garden of Forking Paths, se escribió en inglés originalmente, atendiendo a la traducción que se ha hecho
en el libro en donde descubrí el hecho en sí, que Borges mismo, jamás se empeñó
en destacar. Fue él el que hizo su primera traducción al castellano, (no
tengo pruebas fehacientes de ello, cómo hacerlo), hoy perdida
irremediablemente, si es que alguna vez existió esa primera versión en español
que se publicase en el libro homónimo El
jardín de senderos que se bifurcan, (1949).
Más tarde aportaré las
pruebas estilísticas suficientes para demostrar que el estilo de Borges es
superior en inglés que en español.
Yo percibí ligeras
apreciaciones después de muchas lecturas a lo largo de estos años de esforzado
lector. Sutiles diferencias, con respecto al original en la versión que se
puede encontrar en el libro preparado para Penguin Classics The book of Oulipo, recopilado por
Phillip Terry, me hicieron sospechar. Este volumen que reúne, entre otros, a
Georges Perec, Paul Fournel, Italo Calvino, Harry Mathews, Jonathan Swift,
Queneau, Anne Garréta, Alfred Jarry, y otros, que formaron parte de aquella
literatura experimental, cuyos padres literarios eran, para los franceses, el
autor de Alicia en el país de las maravillas,
el maestro argentino Borges, o el italiano Calvino.
La traducción que leí,
asombrado primero, y convencido después, era supuestamente de Andrew Hurley. La
única información que tenemos de Hurley es una pobre página dudosa, hecha de manera
furtiva, según se afirma en dicha página. Este enlace no agrega una foto de
dicho traductor, y afirma, además, que ha realizado otras traducciones,
traducciones, por otra parte, que podría haber realizado el propio Borges,
porque Hurley, doctor en Estrategias Narrativas no era sino el propio Borges,
que también tradujo a los poetas románticos ingleses, así como a Rubén Darío, al padre Bartolomé de las Casas, como no podía ser de otra forma, además del
cubano Heberto Padilla, o la obra de Armando Valladares.
¿Cómo si no se puede
entender que la versión inglesa era mucho más perfecta que la versión española?
Véase la nota apócrifa
de la primera página del cuento que dice en inglés: “An hypothesis both hateful
and odd. The Prussian spy Hans Rabener, alias Viktor Runeberg, attacked with
drawn automatic the bearer of the warrant of his arrest, Captain Richard
Madden.[…]”
Véase ahora la espuria
e ínfima versión en castellano:
“Hipótesis odiosa y estrafalaria,
(el cambio a castellano es mucho más rebuscado, y Borges era, ante todo,
preciso en su estilo),[…] agredió con una pistola automática al portador de la
orden de arresto”.
Odiosa
y estrafalaria, no es solo eso, esos dos adjetivos
tienen muchas más conexiones espurias que los dos sucintos adjetivos usados en
el original del inglés, “hateful”, no está del todo mal, pero ¿estrafalario?
cuando en el original dice solo “odd”, extraño.
Véase cuando dice algo más abajo: ”[…] a plan whose
perilous nature no one can deny”.
En el cuento traducido
de Borges en español se dice: “he llevado a término un plan que nadie no calificará de arriesgado”. (La
cursiva es mía). Obsta decir que la expresión “que nadie no calificará” es
confusa sintácticamente en español desde el punto de vista de la lógica, ya que
ofrece una doble negación seguida, lo que en lógica significa afirmación, y, semánticamente, implica una doble negación que transforma dicha sentencia en afirmativa. Eso no lo haría Borges,
porque Borges es la perfección del estilo. Entonces, ¿quién es este traductor
desconocido? Ya no cabe pensar que fuese él mismo. El argentino no daría lugar
a errores de este tipo.
Recordemos que ese tal
Hurley, si es que ha existido alguna vez, era doctor en Estrategias Narrativas.
Oulipo piensa que, incluso la traducción, es un arte inexacto, por eso, se
esconde tras Hurley la mano conocida de nuestro querido Borges, que escribió el
cuento en inglés, dictado por su parte sajona, por su amor a De Quincey, Swift,
a Hume, con los que tanto comparte a la hora de no perder tiempo en absurdos
circunloquios y en evitar una adjetivación ramplona.
Como no es posible la
traducción sin comprometer una parte del arte de la escritura, Borges se
dispuso a traducirse a sí mismo, en una especie de broma o boutade. Tal vez fuese su amigo Bioy o, incluso, la inteligentísima Victoria
Ocampo, a quien va dedicado el cuento en cuestión, que, por cierto, supera
también la dedicatoria en inglés a la del español: “For Victoria Ocampo”, dice
el maestro.
Más abajo se afirma:
“[…] Era el capitán Richard Madden. Aniquilado,
trémulo, me encogí en la otra punta del sillón.[…] De esa aniquilación pasé a una felicidad casi abyecta”.
En su versión en español
se dice dos veces la palabra aniquilación,
y su derivada aniquilado, que, en
español, tiene diferentes acepciones, desde “acabado”, o “muerto”, hasta “pagado”;
dos palabras, repetidas casi en la misma oración es un error de aficionado, sin embargo, se corrigen en su versión prínceps
en inglés, donde la riqueza adjetival es mayor, ya que escribe el Borges real:
“It was Captain Richard Madden. Shattered,
trembling, I shrank into the far corner[…] From this broken state I passed into an almost abject happiness.”
El original, mucho más
preciso en su significado, dice “shattered” y “broken state”, que se podría
haber traducido como “descompuesto”, en el primer caso, y “destrozado” en el
segundo, algo más metafórico.
Yo no soy Borges.
Estoy seguro, no obstante, de que
Borges fue el escritor primero en inglés de dicho cuento, y más tarde, impelido
por sus editores, se dispuso a traducirlo, lui
meme, al castellano, pero dejando marcas lingüísticas palpables adrede para
su comparación posterior, tal vez la ayuda de Bioy, con quien ya había escrito
un buen número de cuentos detectivescos, complejísimos, nacidos del amor por
Edgar Allan Poe y los misterios.
El texto en castellano,
que yo creí perfecto, está repleto de errores, están por doquier.
El relato El jardín de
senderos que se bifurcan explora las posibilidades del tiempo como un lugar, un
laberinto de infinitas bifurcaciones en donde las palabras no tienen cometido,
pero sí un contrapeso exacto que varían las posibilidades del futuro: “el
futuro ya existe” dice; y también: ”Time forks perpetually towards innumerable
futures.”
Qué les parece si no lo
siguiente: “Albert fell uncomplainingly, immediately. I swear his death was
instantaneous- a lightning stroke.
Es por todo ello que
pongo en duda su autoría, y quién sabe si la de otros también, quizá Argentina
necesitase un autor mayúsculo en tiempos obscenos. Y no se necesitaba otra
figura tan destacada cerca de un Joyce, un Kipling o una Virginia Woolf
Cuando en su artificiosa versión en español, afirma: “Albert se desplomó sin una queja, inmediatamente, (falso amigo). Yo juro que su muerte fue instantánea. (¿No creen que ese yo es innecesario en español?): una fulminación".
¿Acaso se puede traducir peor lightning stroke, en lugar de decir un rayo o un relámpago?.
No quiero continuar con
la lectura de otros relatos borgianos ya que no pretendo descubrir que otros
cuentos no hayan sido escritos en español, como piensan todos los
especialistas, no había motivo para pensar en lo contrario, o tal vez, en
alemán, o en inglés antiguo.
Al igual que Kafka y su
amigo Brod, que escribió gran parte de su obra. Con o sin traductor, habiendo o
no sido él, Borges, el autor de este desaguisado, su carácter perfeccionista lo
condujo a escribirlo de esta manera para que alguien encontrase la verdad que
propongo, que Borges es un autor inglés y que escribió en inglés gran parte de
su obra.
Léanlo y lo
descubrirán.
Es el último gran juego
de nuestro maestro, me imagino la risa irónica paseando por las estribaciones
de las colinas celestiales donde ahora habita.
J. Fabrellas
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