Sonetos italianos del S. XVI 

Portada de Varias Poesías compuesta por Hernando de Acuña, 1591.



SONETO ANÓNIMO ITALIANO


Vorrei saper da voi comme egli é fatta
quella rete d’amor che tanti á presi,
comme po’circundar tanti paesi
e comme el tempo ormai non l’á disfatta.
E se I’é ceco amor, comme si adatta
a fare i strali da sé di foco accesi:
e tanti che n’á dati e che n’á spesi
vorrei saper da voi donde li acatta.
E se I’é ver quel ch’an scritto i poeti
da una man l’arco tiene, l’altro la face,
comme po’ operar né stral né rete.
Or dica pur quel che le pare e piace
ch’amore a l’arco le saette e rete,
solo é un bel viso que diletta e piace.

 VERSIÓN 1

SONETO DE HERNANDO DE ACUÑA

Dígame quién lo sabe, ¿cómo es hecha
la red de Amor, que tanta gente prende?
¿Y cómo, habiendo tanto que la tiende,
no está del tiempo ya rota o deshecha?
¿Y cómo es hecho el arco que Amor flecha,
pues hierro, ni valor, se la defiende?
¿Y cómo o dónde halla, o quién le vende
de plomo, plata y oro, tanta flecha?
Y si dicen que es niño, ¿cómo viene
a vencer los gigantes ? Y si es ciego,
¿cómo toma al tirar cierta la mira?
Y si (como se escribe) siempre tiene
en una mano el arco, en otra el fuego,
¿cómo tiende la red, y cómo tira?

Versión 2 

SONETO DE GUTIERRE DE CETINA
Querría saber, amantes, ¿cómo es hecha
esta amorosa red, que a tantos prende?
¿Cómo su fuerza en todo el mundo extiende,
o cómo el tiempo ya no la desecha?
Si Amor es ciego, ¿cómo se aprovecha
a hacer las saetas con que ofende?
Si no las hace Amor, ¿quién se las vende?
¿Con cuál tesoro compra tanta flecha?
Si tiene, como escriben los poetas,
en una mano el arco, en otra el fuego,
las saetas, la red, ¿con qué tira?
Las armas de Amor, tirano ciego,
un volver de ojos es que alegre os mira;
no el arco, ni la red, fuego y saetas.

La forma de escribir poesía en el Siglo de Oro era, en muchas ocasiones, la traducción de otras obras clásicas o de contemporáneos extranjeros, que se convertían en una mal velada imitatio, que repetía las sílabas forzadas de la prínceps que se iba perdiendo y transformando en una copia sin original, las más de las veces, y la emulación de otras composiciones —emulatio— de los clásicos, en otras ocasiones; famosos son los casos de Hernando de Acuña y el célebre soneto anónimo italiano que aquí reproducimos: «Vorrei saper da voi comme egli fatta», que dio lugar a tantas versiones posteriores, o el caso del poeta Tansillo, tan imitado por nuestros autores.  Garcilaso teje una amplia red de traducciones en sus sonetos, véase la influencia de Sannazaro en su soneto XXXIX hasta Góngora en sus Soledades; en definitiva, el Siglo de Oro es una red enorme de interreferencialidad, un juego de espejos que pasa de la naturalidad armoniosa del Renacimiento hasta el desvestimento semántico de la epistemología cultural de los iconos mitológicos, religiosos y amorosos, que se van transformando lentamente en una admoneo vital o instrucción de la muerte, es decir, la lírica es producto de un cambio en la intensidad de los aspectos más vitales, hasta desembocar en la honda preocupación existencial en los sonetos de Quevedo, en donde funde la tradición clásica con la judeo-cristiana. 

Un juego de espejos que transforma el brillo en ciaroscuro, la belleza de la naturaleza en bodegón, naturaleza muerta, y la esplendorosa beldad en una vanitas que solo devuelve el grito de la muerte cercana, reflejada en un espejo que solo vislumbra postrimerías. Por lo tanto, vamos a encontrar aquí una serie de tópicos que se estaban repitiendo en estos siglos y, de la cual, estos sonetos son una continuación. La originalidad es un concepto  moderno, y la literatura española clásica ya ejercía esa practica de translatio-imitatio-emulatio desde Berceo a Juan Ruiz. La imitación o la recopilación de textos que se ensamblan para dar una obra mayor, o para crear una etiqueta que viene a salvaguardar un pasado esplendoroso.


Co ’l tempo passan gli anni, e mesi, e l’ore;

co ’l tempo le ricchezze, imperio e regno;
co ’l tempo fama, onor, forza e ingegno;
co ’l tempo gioventù e beltà more;
co ’l tempo manca ciascun erba e fiore,
co ’l tempo ogni arbor torna in secco legno;
co ’l tempo passan guerre, ingiurie e sdegno;
co ’l tempo fugge e parte ogni dolore;
co ’l tempo il tempo chiar s’inturba e bruna;
co ’l tempo ogni piacer finisce e stanca;
co ’l tempo il mar tranquil dà gran fortuna;
co ’l tempo in acqua vien la neve bianca;
co ’l tempo perde il suo splendor la luna.
Ma in me già mai l’amor co ’l tempo manca.

Soneto de Vincenzo Colli

Co ’l tempo el villanel al giogo mena
el tor, sì fiero e sì crudo animale;
co ’l tempo el falcon si usa a menar l’ale
e ritornar a te, chiamato a pena;
co ’l tempo si domestica in catena
el bizzarro orso e ’l feroce cinghiale;
co ’l tempo l’ acqua, ch’ è sì molle e frale,
rompe el dur sasso come el fosse arena;
co ’l tempo ogni robusto arbor cade;
co ’l tempo ogni alto monte si fa basso.
Ed io co ’l tempo non posso a pietade
mover un cor d’ogni dolcezza casso:
onde avanza di orgoglio e crudeltade
orso, toro, leon, falcone e sasso.

Soneto de P. Sasso

Soneto pasajero.

Versión
Joaquín Fabrellas


"Co´l tempo, fama, onor, forza e ingegno"
Soneto de Vincenzo Colli, “il Calmeta”. S. XVI.

Con tiempo van los años, los amores,
Con tiempo la tristeza fija normas,
Con tiempo la riqueza gasta formas,
Con tiempo siempre vencen los temores,

con tiempo se marchitan nuestras flores,
con tiempo las promesa que deformas,
con tiempo luchas, mientras te conformas,
con tiempo frágil piel, largos dolores.

Con tiempo pierde brillo fría luna,
Con tiempo gana el rayo Febo herido,
Con tiempo hiere color la mano bruna,

Con tiempo flor que nace inoportuna,
Con tiempo enfrento lo mortal, perdido,
Y al final somos tumba de la cuna.



2019

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