Traducción del poema en inglés de Jaime Gil de Biedma en Moralidades dedicado al poeta Gabriel Ferrater.
El poeta Jaime Gil de Biedma. (1929-1990).
Hace más de nueve años,-hace ya un montón de tiempo-
En una vieja casona de campo, mientras el persistente repiqueteo de la lluvia se oía afuera,
Y nosotros sentados a la lumbre,
Indolentes, llenos, cómodos,
Como si cada uno de los dos fuera el gato preferido del otro,
Y ambos, de un excelente humor;
Fue el Chinchón, si mal no recuerdo,
Escuchábamos viejas canciones de Judy Garland,
Pensando que el mundo era un lugar afecto.
Hablando hasta la ebriedad durante horas,
Dejemos ahora a ellos que hablen,
A los vástagos de lo que entonces nos dijimos.
Tus poemas y los míos como una antiguo broma íntima.
El poeta Gabriel Ferrater, (1922-1972).
Gil de Biedma reconoce en sus diarios que cuando quería saber si un poema que había escrito era bueno, lo traducía al inglés, porque consideraba que, en otro idioma, se veía enseguida lo que sobraba al texto.
Así, parece ser que este poema, escrito tras una noche de farra entre ambos amigos, Gil de Biedma procedió a escribirlo algún tiempo después, y una vez escrito, consideró dejarlo en su versión en inglés, como atestigua una versión manuscrita que varía ligeramente en el último verso con respecto a su versión édita del mismo.
No sabemos los motivos por los que el poeta decidió dejarlo así, y esto es pura especulación mía, quizá por su naturalidad, tal vez porque la conversación transcurrió en diferentes idiomas esa noche lluviosa. Ferrater dominaba bien el francés y el inglés, así como Gil de Biedma, en la época, alto directivo de la Compañía de Tabacos en Filipinas.
Sin importar las razones por las que lo hizo, el resultado es excelente, en un poema que suena natural en inglés, así como en castellano, que era lo que siempre el poeta intentó, y consigue en numerosas ocasiones, incluso en sus composiciones más pomposas, usando formas tan artificiales como la sextina en "Apología y petición".
En este caso usa una rima consonante aguda, que es difícil de mantener en español, en una especie de dísticos que no se corresponden ni con el castellano, ni con ninguna estrofa reconocida en inglés, de la extensa gama de variedades compositivas, siendo algo más parecido la Ballad, o el Dazain, de origen francés, como en buena medida, la lírica inglesa.
En cualquier caso, tampoco sigue una medida rítmica, aspecto este tan caro a la lírica anglosajona, como el pentámetro yámbico, que recorre gran parte de su tradición poética.
Sí se ven ciertas influencias de tipo conversacional en el poema, también cierta influencia goliardesca en la diversión y la alegría de vivir encontrada en la composición, ciertos ecos clásicos, de Catulo, y en general, un hermoso poema de celebración vital. Hecho que contrasta con la trágica muerte del poeta al que va dedicado el poema, (Ferrater se suicidó a los cincuenta años como siempre prometió), y la temprana muerte de Gil de Biedma por sida en 1990 a los sesenta años de edad.
Desconozco si este poema está traducido o editado, no lo he visto en ningún lugar. Sé que existen traducciones particulares de estudiosos en la meteria que no lo han publicado en las redes, así que esta es mi modesta versión al texto de Gil de Biedma.
Siempre me gustó este texto, pero nunca se me ocurrió traducirlo hasta que el amigo y polígrafo Juan Manuel Molina Damiani me puso de nuevo en la pista del mismo, y decidí traducirlo hace unas semanas. El resultado es este.
La explicación del mismo, es fruto de la especulación particular.
Posible fuente de Catulo, poema 50.
Hesterno, Licini, die otiosi
multum lusimus in meis tabellis,
ut convenerat esse delicatos.
scribens versiculos uterque nostrum
ludebat numero modo hoc modo illoc,
reddens mutua per iocum atque vinum.
atque illinc abii tuo lepore
incensus, Licini, facetiisque,
ut nec me miserum cibus iuvaret,
nec somnus tegeret quiete ocellos,
sed toto indomitus furore lecto
versarer cupiens videre lucem,
ut tecum loquerer simulque ut essem.
at defessa labore membra postquam
semimortua lectulo iacebant,
hoc, iucunde, tibi poema feci,
ex quo perspiceres meum dolorem.
nunc audax cave sis, precesque nostras,
oramus, cave despuas, ocelle,
ne poenas Nemesis reposcat a te.
est vehemens dea: laedere hanc caveto.
Su versión en castellano:
L
Licinio (140), ayer, como estábamos desocupados, nos divertimos mucho en mis
tablillas, jugando a ser refinados -según habíamos convenido-. Escribiendo versillos los
dos nos divertíamos, bien en un metro, bien en otro, replicándonos mutuamente entre
bromas y vino.
Y de allí me marché entusiasmado por tu encanto y tus gracias, Licinio, hasta tal
punto que, ¡pobre de mí!, no me aprovechaba el alimento, ni el sueño cubría mis ojos
con el descanso, sino que, desasosegado de delirio, me revolvía por toda la cama ansioso
de ver la luz, para hablar contigo y estar juntos. Y, después de que mis miembros,
agotados por el cansancio, se dejaron caer medio muertos en la cama, te hice, encanto,
este poema, por el cual percibieras mi dolor.
Ahora, ojitos míos, no te enorgullezcas y no menosprecies -te lo pido- mis
ruegos, no vaya a vengarse en ti Némesis (141); es una diosa violenta: guárdate de
ofenderla.
Joaquín Fabrellas
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